El otro día, en una de esas tardes en lo que lo único que te pide el cuerpo es que dejes de bañarte en un mar salvaje y te subas durante unas horas a una barca para respirar, caminaba en dirección a Sol por la calle Preciados. Era el anochecer de un día límpido, también caluroso, y todo el centro de Madrid estaba abarrotado. Se oían voces y risas y el estrujarse de bolsas de plástico por todas partes, y en una de las paredes del lado derecho había unas cuantas estanterías llenas de libros que unos grandes almacenes había rebajado. Todo estaba tranquilo en su agitación, era una tarde normal de sábado en aquellos lugares.
De repente empezaron a escucharse pisadas apresuradas, carreras y gritos, y seis o siete africanos y un indio corrieron calle abajo cargados de bolsas y mantas dobladas y llenas de objetos. Detrás, la luz azulada de dos motos de la policía les pisaba los talones, esquivando a los cientos de personas que presenciaban el suceso. Abajo, un tercer grupo de municipales había atravesado un coche en la desembocadura de la vía.
Y parecían gatos monteses y ratones, perros de caza y pequeños conejos, aves de rapiña y presas fáciles. Animales salvajes.
Los policías, orgullosos tratando de agarrar a siete hombres que se ganan la vida como pueden, llegarán a sus casas con la satisfacción del trabajo bien hecho: de haber limpiado las calles, de haber protegido a los ciudadanos.
Y mientras, a dos calles (literales) de allí, en la famosa Montera, una prostituta en cada esquina y un chulo que la mira de cerca. Y una paliza ignorada cada poco rato y tráfico de seres humanos y repulsión y vergüenza. Y la vista gorda por parte de las autoridades.
Señores policías, miren ustedes bien en sus adentros cuando se metan en la cama, piensen si realmente han hecho bien su trabajo o han utilizado un placebo para su conciencia. Porque tan culpable es el que ordena la comisión de injusticias como los mandados que, pudiendo rebelarse, no lo hacen.
Y, mientras, sigan metiendo en el calabozo a inmigrantes que intentan sobrevivir sin dañar a nadie y condenen una eternidad más a las prostitutas de Montera en su cárcel al aire libre.
Duerman tranquilos, sí.
De repente empezaron a escucharse pisadas apresuradas, carreras y gritos, y seis o siete africanos y un indio corrieron calle abajo cargados de bolsas y mantas dobladas y llenas de objetos. Detrás, la luz azulada de dos motos de la policía les pisaba los talones, esquivando a los cientos de personas que presenciaban el suceso. Abajo, un tercer grupo de municipales había atravesado un coche en la desembocadura de la vía.
Y parecían gatos monteses y ratones, perros de caza y pequeños conejos, aves de rapiña y presas fáciles. Animales salvajes.
Los policías, orgullosos tratando de agarrar a siete hombres que se ganan la vida como pueden, llegarán a sus casas con la satisfacción del trabajo bien hecho: de haber limpiado las calles, de haber protegido a los ciudadanos.
Y mientras, a dos calles (literales) de allí, en la famosa Montera, una prostituta en cada esquina y un chulo que la mira de cerca. Y una paliza ignorada cada poco rato y tráfico de seres humanos y repulsión y vergüenza. Y la vista gorda por parte de las autoridades.
Señores policías, miren ustedes bien en sus adentros cuando se metan en la cama, piensen si realmente han hecho bien su trabajo o han utilizado un placebo para su conciencia. Porque tan culpable es el que ordena la comisión de injusticias como los mandados que, pudiendo rebelarse, no lo hacen.
Y, mientras, sigan metiendo en el calabozo a inmigrantes que intentan sobrevivir sin dañar a nadie y condenen una eternidad más a las prostitutas de Montera en su cárcel al aire libre.
Duerman tranquilos, sí.
14 comentarios:
El robo es un delito, y tiene que ser castigado. Lo que se castiga hoy no es tanto el robo, sino el ser inmigrante, o tal vez el ser extranjero.
La prostitución es una profesión, y no está legalizada, por lo que sus trabajadores no están protegidos; no existen. Y si no existe el trabajado no existe el abuso, ni el abusador.
Parece que el sistema jurídico del mundo entero ya no se adapta a éste. Tendrá que cambiar todo. Me gusta pensar que el fin del mundo del 2012 será eso: un cambio radical de la estructura social y económica...
Un abrazo...
El sueño de ayudar a los demás, en cuanto uno se hace policía parece esfumarse.
Todo son injusticias y ceguera, muuuuuuucha ceguera.
En la formación que les dan cuando aprueban la oposición les dejan como al espantapajaros, el león y el hombre de hojalata del mago de oz(sin valor, sin cerebro y sin corazón). No tendrán cosas mejores que hacer que putear a esa pobre gente, que su único delito es no haber nacido en europa! Mierda de mundo, mierda de sistema y mierda de nivel de vida en el planeta tierra!Un abrazo que hacía un montón que no me pasaba!!
su carcel al aire libre.. me gusto esa frase.
lamentablemente uno se pone a pensar y a pensar, pero estas cosas no tienen logica. y tampoco parecerian tener fin.
Me encantó lo que escribiste.. muchos besos!
Es un placer saber que me lees...y es un placer conocer tus opiniones, a mi parecer siempre tan acertadas...
ya.. hay muchas injusicias en la vida... y aveces te indignas con todo eso
Sí... la injusticia tiene una sombra alargada... pero creo que no es azul.
Ojala lo fuera.
Hablando mal, es "la puta realidad". En mi ciudad pasa lo mismo...siempre sale perdiendo en que más necesidades pasa.
El otro día pasaron multando por mi calle a los coches que estaban montado encima de las aceras...y qué curioso, oye, que a ninguno de los traficantes de drogas los multaron. ¿Casualidad? Vamos...
Y respecto a servicios municipales...están más que centrados en individuos de una determinada étnia que, si la digo, me tacharían de racista...y precisamente siendo trabajador social...como que no pegaría. Pero me da igual...la población gitana es la que mantiene los votos socialistas en mi ciudad, y por eso tienen todo lo que quieren. Hacen la vista gorda del gran absentismo escolar que hay; los servicios sociales atacan los síntomas en vez de la raíz (ponen parches). Y la policía brilla por su ausencia, a no ser que los miembros de la plataforma de la zona sur, a la que pertenezco, escribamos en la prensa poniéndolos verdes, y al día siguiente mandan un control para cerrarnos la boca.
Ya sea Madrid, Dos Hermanas, o cualquier ciudad donde gobierne uno de los partidos mayoritarios, tendrá corrupción tirando a fascista.
el poder corrompe, eso es prácticamente un tópico. muás
Jum... Tema polémico, el que planteas. Yo, la verdad, creo bastante en la policía, y no dudo de lo mucho que la necesitamos. Y sí, deberían centrarse en las prostitutas y no en los inmigrantes, pero tampoco creo que deban dejarlos a su aire. Considero que vienen de países que, ciertamente, necesitan ayuda, pero que al huir no hacen sino dificultar la tarea de mejorarlo y, además, empobrecen al tendero de la esquina que trata de vender esos DVD's comprados honradamente. Y, al final, el país receptor cae en la pobreza general y ya son dos los países jodidos.
No sé, es un punto de vista. Bueno, es mi punto de vista, siendo exactos xD Puede que esté equivocado, pero es mi forma de entenderlo.
Un beso (:
También ignoran los casos de maltrato infantil... meten miedo a los niños con que lo van a pasar mal y les dejan con sus maltratadores. Por lo menos, en Madrid.
me gustó tu blog, te sigo! ^^
los policias son demasiado injustos...
Hola!
Te sigo el blog,
espero que también lo hagas :)
Saludos :)
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